Sierra no podía decir
adiós dejando a la Unión en la "B"
Volvió a la titularidad cuando más lo necesitaban. A pesar de no brillar como en otras jornadas su presencia fue fundamental en el rendimiento de los rojos demostrando que a pesar de su anuncio tiene cuerda para rato.
Apenas diez minutos separaban a la Unión Española del descenso a la Primera B y las cerca de cinco mil personas que llegaron hasta el estadio Santa Laura no podían creer que los rojos descenderían pero la arremetida hispana gracias a Manuel Neira y Gerardo Cortés permitió que el elenco de la Plaza Chacabuco lograra empatar el encuentro y mantenerse en la serie de honor del fútbol chileno en una temporada para el olvido.
"Ojalá don Luis Hernán se quede", dijo el ex atacante colocolino y principal figura de Unión Española, Manuel Alejandro Neira, una vez que Claudio Puga dio el pitazo final sellando la permanencia. A juicio del delantero que anotó el esperanzador 2-3 ante los salmoneros lo más importante en estos momentos es "armar el equipo comenzando por contratar al nuevo entrenador". La idea es no pasar nuevamente las zozobras de este año.
Pero sin duda que lo más emotivo de la jornada fue la presencia del volante y capitán de los rojos, José Luis Sierra, en el partido más importante de los últimos años para los hispanos. El símbolo de la escuadra estuvo ausente en el primer partido jugado en el Chinquihue pero volvió para estar presente en la gesta del Santa Laura donde a pesar de no jugar un buen partido fue fundamental en el aspecto motivacional para el resto de sus compañeros.
Esto sería el broche de oro para José Luis Sierra quien justamente debutó en el profesionalismo en este campeonato frente a Magallanes en el año 1988 inciando una carrera plagada de éxitos y que lo llevó a vestir varias camisetas, incluida la de laselección chilena con la que se dio el gusto de anotar un gol en el Mundial de Francia de 1998 frente a Camerún en una de sus anotaciones más importantes a lo largo de su carrera.
Su habilidad y sutileza con el balón no sólo lo consagró en la Unión Española sino que lo cnvirtió en un referente en Colo Colo, club al que llegó en 1996 y donde ganó tres títulos nacionales y una Copa Chile. Además llevó a la escuadra popular a las semifinales de la Copa Libertadores en 1997 y de la Supercopa en las temporadas 1996 y 1997. Quizás lo único que le faltó fue consagrarse en el extranjero donde Valladolid, Sao Paulo y Tigres disfrutaron de su talento.
Luego volvería a la Unión Española donde vivió el momento más emotivo de su carrera cuando en el Torneo de Apertura 2005 se consagró campeón tras derrotar en la final a Coquimbo Unido. Este trofeo tuvo un sabor especial para José Luis Sierra, primero por la identificación que tiene con el elenco de la Plaza Chacabuco y luego por terminar con una larga sequía de cerca de 28 años donde los rojos no festejaban un título que de la mano del capitán se hizo realidad.